- Área: 350 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Fernando Alda
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Proveedores: Porcelanosa Grupo, Mapei, Acor, Baupanel System, Cortizo
[implantación]
Implantada en una ladera, dentro de una urbanización de viviendas unifamiliares aisladas, próximas y con falta de intimidad por la fuerte pendiente del territorio, la casa se protege del escenario existente, ligándose a la ladera y a la vegetación del entorno. Desde la intervención se mantiene el muro de contención de mampostería que, situado en primera línea de fachada, sirve de protección a las vistas desde la calle y de zócalo al posicionamiento de la explanada, situada a nivel intermedio de la ladera en la que se asienta la vivienda.
Árboles de porte medio serán la pantalla acústica y visual necesaria en segunda línea. La vivienda se formalizará, dentro de la ajustada área de movimiento de la parcela, atendiendo a estrategias pasivas de eficiencia energética y girando la vista desde el interior hacia el monte más próximo, en dirección norte, donde el promotor acerca sus pasos diariamente para recorrer la ruta de Jarapalos.
[prefabricación]
La construcción prefabricada dará forma a los espacios, aportando texturas y materialidad. En su conjunto, paramentos horizontales y verticales unifican el espacio, fusionando exterior e interior. Así, el despiece de pavimentos exteriores transforma la plataforma habitable en una alfombra sobre el territorio, en la que disponer la vivienda. El sistema Baupanel que estructura la construcción, conforma paramentos aislantes verticales y horizontales, que se elevan sobre un suelo ventilado. La cubierta terriza extiende la ladera y esconde la habitabilidad de la vivienda desde cualquier punto más alto.
Pérgolas de madera descomponen la edificación en su extensión en el entorno y tamizan luz y vistas al igual que los toldos traslúcidos. Protegen del soleamiento y propician estancias al exterior en este clima tan benigno, aportando una atmósfera de luz más neutra. Vidrios y espejos trasportan estas sensaciones al interior, rompiendo cualquier límite físico. En barandillas y muros exteriores, una malla idéntica a la utilizada en la construcción prefabricada, parece sobresalir de la misma para ser utilizada por plantas trepadoras, así, yedras y rosales tapizarán la capa exterior.
[habitabilidad]
El programa se descompone en módulos diferenciados que formalizan el interior y exterior: zona de día con un sistema versátil de apertura y cierre a distintos espacios exteriores; zona de noche vertebrada por un elemento de comunicación vertical-horizontal que capta la distinta luz del día, donde además un sistema de lamas permite su cierre. Las múltiples aperturas de las estancias de día hacia espacios exteriores con diferente orientación, permiten captar las distintas tonalidades de luz natural que, tratadas para matizar reflejos y sombras, cambiarán los espacios a tiempo real.
El espacio de comunicación se entorna en su parte más dilatada, para servir de zona de estudio, en la que una ventana baja su posición hasta la mesa de lectura. La vivienda se despega y se aproxima a la ladera a través de un espacio exterior vinculado a la zona de noche, donde el dormitorio principal se extiende hasta tocar el muro de contención, formando así parte del patio y convirtiéndose en centinela al tránsito del mismo.